TRÁNSITOS




TERRITORIOS EMERGENTES
 Marycarmen Arroyo M.
DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO


El presente proyecto se devela en el contexto de la estética relacional planteado por Nicolás Bourriaud y el planteamiento de Sistemas Emergentes, investigado por Steven Johnson. Se plantea una reflexión de fenómenos que se han suscitado en la Garita Internacional “Centro” en la ciudad de  Mexicali, Baja California. Esta investigación se centra específicamente en las prácticas de limpieza que realizan los “franeleros”, las cuales  no son aceptadas política, económica o socialmente, sin embargo existen y pugnan diariamente por lograr un espacio físico o simbólico en la sociedad. Para tener un acercamiento a esta problemática se realizaron una serie de entrevistas cualitativas semiestructuradas, con el objetivo de tomar relatos de vida que sensibilizaran los procesos de esta actividad. Durante este acercamiento se realizó un trueque, el cual consistió en obtener franelas sucias a cambio de franelas limpias. Dichas franelas, sirvieron para la realización de una pieza bidimensional de 150x185cm titulada “Esto no es un trabajo”.



 La otra pieza se titula “Emergente”, en la cual se diseñó una imagen que reflexiona sobre la relación que tenemos con los franeleros. Posteriormente el 18 de marzo del presente año, se realizó una intervención en la Garita, donde se repartieron 60 franelas a los automovilistas en espera de cruce hacia la ciudad de Calexico, dicha intervención fue registrada para una posterior edición en video, donde se muestren dichas imágenes y los relatos de vida de los franeleros. 


JUSTIFICACIÓN
El Estado de Baja California se encuentra localizado en la región noroeste de la República Mexicana, zona limítrofe con Estados Unidos. Según la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y los Estados Unidos la frontera norte tiene una longitud de 3144 kilómetros. Mendoza (2006) menciona que la frontera entre Estados Unidos de América y México es la que cuenta con mayor número de cruces legales en el mundo, sumando un total de 50.23 millones desde el año 2002. (Mendoza, 2006: 312). Estas cifras nos evidencian que las Garitas son espacios activos todo el tiempo, por dicho motivo la actividad laboral informal está creciendo y dentro de estas actividades se ubican los “franeleros”. Los cuales, según lo percibido en las entrevistas, son en su mayoría hombres entre 18 y 45 años, la mayoría son deportados que buscan una actividad temporal mientras esperan para cruzar de forma ilegal nuevamente hacia los Estados Unidos. Esta actitud temporal ante una labor, los lleva a ellos mismos a cuestionarse sobre si su actividad es un trabajo o no lo es. Durante el proceso de intervención en la Garita, se pudo observar que la mayoría de la gente tiene pensamientos similares o encontrados sobre este tipo de actividad. Ante esta problemática se eligió a la estética relacional como marco de entendimiento, puesto que analiza los fenómenos de carácter participativo y sociocultural. Esta propuesta la plantea el teórico y crítico francés de arte Nicolás Bourriaud, dentro de la cual enmarca las problemáticas actuales que aquejan a nuestras sociedades contemporáneas; la forma en que los medios de comunicación eliminan el contacto humano directo o la forma en que nuestras actividades cotidianas se encuentran estandarizadas y mediadas por la comercialización y el consumo. La estética relacional entabla una utopía de proximidad, en la que el arte y el artista habitan las circunstancias que le ofrece el contexto para replantearse la organización del tiempo, las condiciones de trabajo, la producción de objetos culturales y las formas en que nos relacionamos. La esfera en la que el arte relacional se desenvuelve es en las interacciones humanas y su contexto social (Bourriaud, 2009:4). Las características que plantea Nicolás Bourriaud sobre la estética relacional han sido moldeadas a los múltiples contextos donde se desenvuelve, es constante observar un acento más comunitario, público y contestatario en países latinoamericanos, donde las condiciones de desigualdad social y económica vinculan las prácticas artísticas de carácter relacional al cuestionamiento entre cultura y poder. Bourriaud (2009), nos explica que nuestros fenómenos sociales provienen principalmente del nacimiento de una cultura urbana mundial y de la extensión del modelo urbano a la mayoría de los fenómenos culturales. La urbanización suscita el crecimiento de los intercambios sociales, el aumento de la movilidad de los individuos, a través de redes y rutas; así como a la conexión de sitios que antes estuvieron aislados, por consecuencia eso tuvo impacto en nuestras mentalidades. (Bourriaud,  2009:13)
Jesús Carrillo nos habla sobre el papel del artista en el ámbito de lo social, para ello elige las palabras de Susanne Lacy, la cual nos define al artista como un elemento activo dentro de la sociedad que se cuestiona sobre los fenómenos socioculturales que acontecen en su contexto. (Carrillo, 2001: 83). “El artista no es un “creador de sociedad” ni un mero espejo pasivo de la misma, sino un miembro de la comunidad que no puede aislarse de las condiciones del espacio que habita, ni debe eludir las responsabilidades éticas y políticas que implica su posición en dicho espacio”. (Carrillo, 2001:85). De esta manera Territorios Emergentes se plantea un espacio de sociabilidad para reflexionar sobre las prácticas laborales suscitadas por nuestros contextos, problemáticas migratorias, económicas, políticas y sociales.

Steven Johnson, profesor de la Universidad de Nueva York, presenta una investigación donde intenta probar que existen patrones comunes de interacción organizacional entre las hormigas granívoras de Arizona, las neuronas, los softwares y las ciudades. La existencia de estos patrones permitiría reafirmar la validez y presencia significativa de lo que él denomina sistemas emergentes (emergency), no sólo como objeto de estudio, sino sobre todo como una realidad que ha estado presente en forma permanente en el desarrollo de la vida. Lo fundamental de los sistemas emergentes que nos plantea el autor, está en que son un tipo de organismo que sostiene una gran capacidad para generar conductas o procesos innovadores, pudiéndose adaptar a los cambios bruscos de mejor forma que los modelos jerárquicos o más rígidos. Esta nueva teoría ofrece un cambio de paradigma importante, ya que ahora es posible entender sistemas complejos donde aparentemente existe un sistema desorganizado, los cuales envuelven simultáneamente un número considerable de factores interrelacionados en un todo orgánico. Johnson menciona que (2003) “sin que necesariamente esté presente lo que él define como un adaptador, es decir, la existencia de lo que podría ser una célula madre o un programa pionero o el mito de la hormiga reina que explicara el resultado de una conducta rectora que guiará preconcebidamente el comportamiento individual, emerge una respuesta colectiva no planificada, coherente y consistente, propia de un sistema autoorganizado.” (Johnson, 2003:2). Los franeleros de igual manera, pueden ser entendidos como un sistema emergente, puesto que son un grupo complejo, aparentemente desorganizado, que no cuenta con un adaptador o elemento pionero, sin embargo, ante las circunstancias y problemáticas con la gente o policía, responden organizadamente de forma colectiva.

BIBLIOGRAFÍA
Bourriaud, Nicolas (1998), Estética relacional, Buenos Aires, Adriana Hidalgo Editora.
Carrillo, Jesús, (2001). Especialidad y arte público, En: AA.VV. Modos de hacer: Arte crítico, esfera pública y acción directa, Ediciones Universidad de Salamanca.
Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y los Estados Unidos Sección Mexicana (consultada el 11 de diciembre de 2012) [en línea] dirección URL: http://www.sre.gob.mx/cila/

Johnson, Steven (2003) Sistemas emergentes - O qué tienen en común hormigas, neuronas, ciudades y software. México, Fondo de Cultura Económica.

Mendoza, Jorge (2006). La integración económica de las ciudades de la frontera México-Estados Unidos en Análisis Económico, vol. XXI, no. 046, ene-abr. De 2006, pp. 307-325


 SOPRO, Trayecto suspendido. Karina Álvarez Castillo




                                
                                   “Una carga emocional importante puede ser despedida de un
                                    lugar…cuyo espacio físico está limitado, pero donde el espacio
                                    poético se extiende a mucho más”.
                                                                                                   Edwin T. Morris




La producción SOPRO, Trayecto suspendido tiene su origen de una lectura personal que hago de la zona conocida como la Rumorosa.  Me interesa la idea de aprehender el paisaje por medio de una  relectura y análisis  con una visión determinada por la situación material del que mira. Norman Bryson lo llama la corporalidad de la mirada.
Partiendo del análisis de PGA, la primera aproximación al paisaje fue como un constructor no estático de posibilidades visuales y sonoras. Tomo al espacio no solo como una entidad bidimensional sino como una dimensión multi-sensorial. El paisaje nos coloca en una perspectiva interesante  ya que como representación es una dimensión sensible y como objeto una realidad espacial.  Es el paisaje una experiencia como objeto o como acontecimiento. (Besse, 2010)
La percepción del paisaje no es solo la experiencia del existir y del transformarse en el espacio que acontece, sino la experiencia tal como es, de estar entre y en medio de un aparecer procesual y multiforme.
Maderuelo argumenta que el paisaje no es sinónimo de naturaleza, ni tampoco del medio físico que nos rodea o sobre el que nos situamos, sino que se trata de un constructor, de una elaboración mental que los humanos realizamos a través de los fenómenos de la cultura. El paisaje no es la naturaleza, sino el mundo humano tal como se inscribe en la naturaleza transformándola. Un mundo mixto, híbrido, -naturaleza humanizada, humanidad naturalizada-. Cuando un territorio es nombrado como paisaje es porque lo estamos contemplando con ojos estéticos, por tanto el paisaje no es algo que está en el territorio o en la naturaleza, sino que se encuentra en la mirada de quien contempla con ánimo de disfrutar de esta contemplación. Dice Jacques Cocteau, lo importante no es el ojo que mira desde el punto de vista fisiológico sino el campo social de la mirada. (Guasch Ferrer, 2006)

Es la intencionalidad estética puesta en la contemplación la que transforma un lugar en paisaje. Pero una mirada estética es ante todo cultural, está sometida al bagaje de quien contempla. (Maderuelo, 2007). El paisaje es una interpretación, una “lectura” dice Alain Corbin, no existe en sí mismo, sino en su relación con un sujeto individual o colectivo que lo hace existir como una dimensión de la experiencia cultural del mundo.

Es importante  contextualizar la producción SOPRO, Trayecto suspendido, ya que complementa  una serie titulada Paisajes Trágicos, donde la ficción que emana de las puestas en escena dentro del paisaje , es parte fundamental del concepto de la serie. Se busca reinventar experiencias simbólicas y estéticas para darle vida a cada uno de los 4 proyectos que integran la serie.
El paisaje ha sido una temática recurrente en la producción artística que he realizado en los últimos 5 años, explorándolo desde distintas disciplinas y enfoques; influenciada por cineastas, teóricos y artistas como Andrei Tarkovski, Peter Sloterdijk y William kentridge.
“Paisajes Trágicos”  describe ,en un lenguaje imaginario, regiones geográficas con una presencia de muerte u olvido, ocasionado por fenómenos naturales o climáticos. Ausencia que la muerte puede llegar a atribuirle física o mentalmente a un espacio. Mi constante desplazamiento por diferentes regiones, climas, espacios y la develación de memorias personales me ha hecho interesarme en esta aproximación al paisaje, explorándolo desde los cuatro elementos (agua, tierra, viento, fuego) y el concepto de muerte, ausencia, vacío. Partiendo del concepto y las referencias elegidas es que codifico o decodifico un espacio. En algunos casos no es tan importante el lugar en sí, sino lo que evoca como interrogante (la tragedia, el vacio, la ausencia).
El primer producto visual que resulta de esta investigación es "SOPRO, Trayecto suspendido" que surge de un tramo carretero La Rumorosa, que condiciona la conexión vehicular entre Tijuana y Mexicali, en el estado de Baja California, donde el paisaje se impone con una sensación de tragedia provocada por la gran cantidad de accidentes que en su mayoría son ocasionados por la fuerza del viento que arranca los automóviles de su ruta llevándolos al fondo de las barrancas. Así la catástrofe logra dotar de identidad a un contexto. SOPRO, fue la idea de puntualizar un protagonista, el viento; como el Dios del Viento que se representa como un aliento que mueve al mundo, y en  este sentido que puede rebatarte el último suspiro, la ultima espiración que simboliza el aliento de los vivos; es el aliento que mueve al mundo y en estén caso es aliento que lleva a la tragedia, a la muerte, a esa última espiración.

La producción: Partiendo de este escenario se realizaron varias piezas que se integraran en una exhibición multimedia. Tres acuarelas de gran formato sobre bastidor mostrándonos vistas del paisaje con una línea de horizonte alta y composiciones que integran  fragmentos de la carretera fueron el punto de partida para el resto de las piezas; una  lectura sonora de los pixeles de cada imagen y restos de asientos de automóviles chocados integran la primera instalación.
La segunda instalación está conformada por un registro de video de todo el trayecto en automóvil por la Rumorosa, el cual se proyecta sobre un parabrisas  chocado suspendido en la sala, generando una imagen envolvente que se proyecta tanto en el parabrisas como en los muros integrando así al espectador en dicho trayecto.


Finalmente se trabajaron 2 acuarelas sobre el muro cubiertas por parabrisas estrellados iluminados con proyectores simulando faros de automóvil, acompañados de una pieza sonora realizada con sensores que detectan los sonidos de la sala de exhibición traduciéndolos a sonidos de bajas frecuencias que interactúan, por medio de un patch en el programa Pure Data, con la grabación del viento que sopla en la Rumorosa y una espiración que se repite a lo largo de toda la composición, dándonos la sensación de estar envueltos en una situación de tragedia . 


Ardenne Paul. Un Art Contextuel. Creation artistique en milieu urbain, en situation, d’intervention, de participation. 2006

Besse, J.-M., La sombra de las cosas. Sobre paisaje y geografía. Biblioteca Nueva, Madrid, 2010.

Dean Tacita, Millar Jeremy. Question d’art, LIEU. Thames & Hudson, 2005

Guasch Ferrer Anna María, La visualidad en la era de la Globalización. Simposio Internacional de Estudios Visuales, producción como investigación. Universidad Autónoma de Nuevo Leon, 2006

Maderuelo Javier (dir). Paisaje y Pensamiento. Abada editors, 2006

Maderuelo Javier (dir). Paisaje y Arte. Abada editors, 2007